| La ley de 29 de julio de 1837 suprimió la prestación de los diezmos y primicias; la comisión económica hizo aplicables a Guipúzcoa sus efectos por circular de 11 de Mayo de 1842. En consecuencia de lo cual, la Diputación provincial, después de haber adquirido los datos necesarios, arregló provisionalmente en 11 de Marzo de 1843 las dotaciones que debía percibir el Clero, así como la forma en que los pueblos debían satisfacer esta carga, y cubrir la del Culto. En el mismo plan de arreglo se declaró también que la dotación del Clero de la provincia era carga provincial, y la obligación de cumplir los gastos del culto, carga local.
En Julio de 1844 se restableció el régimen foral dejando sin efecto la ley general. Las Juntas generales de la Provincia, reunidas en Fuenterrabía el año 1869, alegando que no era unánime en sus pueblos esta manera de tributar, y apoyándose en los principios consignados en el Concordato Iglesia-Estado de 1851, acordaron suprimir los diezmos y primicias, al mismo tiempo que disponían que se atendiera a los expresados gastos de un modo uniforme en todos los pueblos por medio de una contribución local.
El R. D. de 1 de Noviembre de 1877, al amparo de la ley abolitoria de los fueros de 1876, fijaba los cupos de contribución que habían de satisfacer las provincias; y se determinaba en el artículo 3º que se les computaría todo lo que hubieren satisfecho desde 1º de Julio del mismo año y satisficieran en lo sucesivo por obligaciones del culto y clero, "las cuales corresponderán en adelante al Estado, con arreglo al concordato, en la forma y previas las disposiciones que al efecto se comunicarán por el ministerio de Gracia y Justicia". |
